Quiero apagar tu fuego juvenil con el mío que brota de antaño

Quiero apagar tu fuego juvenil
con el mío que brota de antaño.

La noche se ha vuelto quieta,
los mirones parecen dormidos.
Sólo la luna me observa lejana.
Estoy esperando en la sombra
que las estrellas me anuncien
cuando hablarle a tu corazón.
Quiero compartir la historia,
los dilatados anhelos del amor
que se nos muestra esquivo
en el refugio de tus brazos.
Son las 2:00 am, y no importa.
Esperaré que vengas por mi.
Sé que estas ahí, mirándome.
Tímida pero anhelante de mi.
Quiero amarte toda esta noche.
Quiero apagar tu fuego juvenil
con el mío que brota de antaño.
No quiero ver tu cuerpo yaciente
en los brazos de la soledad
en ésta noche fría de invierno.
Quiero ser tuyo ésta noche,
entregarte mi palpitante amor,
construir una escalera al cielo
para darnos la felicidad eterna
que tu y yo debemos compartir.
Quiero tocar tus piernas tersas
con la suave seda de mis manos;
dejar que se deslizen traviesas
a la savia de tu pecho virginal
para llenarlo de besos ígneos
por un largo rato de eternidad
hasta los primeros rayos del sol
anunciando un nuevo amanecer.
Quiero apagar tu fuego juvenil
con el mío que brota de antaño.
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En recuerdo a un amigo que lleva en su mente la visión de las hermosas piernas de una guapa compañera y por la cual anduvo fuera de órbita un buen tiempo. El relato es una interpretación de lo que creo pasó por su mente en esos días o sigue pasando.
10:30 am ,jueves 21 de Febrero del 2008 en el Aeropuerto de Albuquerque, New Mexico USA durante mi larga espera de cuatro horas para tomar mi vuelo de regreso a Tucson, Arizona, USA.