Wednesday, January 03, 2007

¿Ha mejorado el servicio de las Cocinas Industriales en la Industria Maquiladora de Nogales?

¿Ha mejorado el servicio de las Cocinas Industriales en la Industria Maquiladora de Nogales, Sonora, México?

Un caso de ésta historia sin fin tal como me la contó un protagonista:

“Mi largo contacto de trabajo con la Industria Maquiladora local de Nogales, Sonora , México me ha permitido vivir toda clase de experiencias que puedo contar sin inhibiciones ni distorsiones.

He dedicado casi 23 años extensos de mi vida al trabajo para Jerrold Electronics, General Instrument y Motorola de Nogales y puedo decir con autoridad que durante ese tiempo viví algunas malas experiencias con las Cocinas Industriales que proporcionan el servicio de alimentación dentro de esas empresas.

Recuerdo una vez en 1984 con Jerrold Electronics cuando trabajaba en el Segundo Turno que cené tranquilamente pescado, a mi no me pasó nada pero al rato había un tremendo maremágnum con la demás gente que empezó a mostrar problemas estomacales y las secuelas propias de esos estados.

Esa noche fué de vigilia y preocupación por la gente que estaba en los hospitales.

La acción de la gerencia fue revocar el permiso al proveedor. Este tenía mala fama de no ser muy higiénico en la preparación de los alimentos.

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Lo que me ha traido a contarte ésta historia de mi vida es que hurgando en mi archivo me encontré unos apuntes del 27 de Agosto de 1992 relativos a una intoxicación masiva en la vieja General Instrument de la Calle Jesús García # 6.

Haciendo un poco de retrospectiva a esa fecha, el 10 de Marzo de 1992 me quedé a trabajar tiempo extra en la tarde porque tenía problemas con un producto que no cumplía con las especificaciones eléctricas. Y como era costumbre “me traian de la cola “ para resolver ese problema.

Después de unos “clinchs” con el producto , mi estómago me mandó un mensaje y me fuí a cenar en la Cafetería de la empresa para luego continuar con mis pruebas. A las 8:30 pm me fuí a mi casa y estando ahí pensando en el problema no resuelto mi esposa me llamó a cenar y le contesté con no cierta suficiencia -no gracias ya cené en la Cafetería. Todo iba bien pero como a eso de las 10 pm me empezó un fuerte dolor de estómago y mis visitas al baño fueron frecuentes, así me pasé gran parte de la noche; desvelado pero entero al día siguiente me fuí al trabajo de buen ánimo y ya con una idea preconcebida sobre la solución del problema.

La historia ahí hubiera terminado sí no es porque en la mañana algunos compañeros del departamento que compartieron conmigo la mesa de la cena en el tiempo extra no me hubieran comentado que tuvieron los mismos problemas estomacales.

Por supuesto que me enojé ya que no conozco a nadie que la haya gustado pasar el sagrado sueño de la noche sentado en el retrete.

Tan pronto resolví mi problema llené una forma del Buzón de Sugerencias y la deposité ahí mismo; pedía más interés de la gerencia en el procedimiento como preparaban los alimentos. Ver copia adjunta de forma que llené el 11 de Marzo de 1992.




Nadie más de los afectados se quejó ante la gerencia, prefirieron seguir con la molestia de lo “rosendo” que expresarse, aún recuerdo el nombre de algunos de ellos...

Y así pasaron los meses sin nada relevante hasta que el 27 de Agosto de 1992, o sea el mismo año, estalló una bomba de intoxicación masiva que envolvió a los 230 trabajadores del Segundo Turno. Ver archivos adjuntos para mayor información.

















En esa ocasión no trabajé tiempo extra ni comí en la CAFETERIA, la suerte estaba de mi parte.

La Secretaría de Salubridad y Asistencia,SSA, clausuró el servicio por sólo unos cuantos días y no reportó que hubiera un agente causante de esa intoxicación. Por eso Recursos Humanos pregonaba que no se había encontrado nada malo. Podría decir que hubieran demandado a los afectados por calumnias sí hubieran podido. Lo más notorio de éste hecho fué que el director del Hospital de la SSA en Nogales al quedarse sin trabajo por causas no conocidas consiguió trabajo en el servicio médico de la compañía. Por eso las sospechas siempre rondan estos casos.

Sin embargo, el Hospital IMSS había hecho un estudio a los enfermos que habian estado ahí y reportaba que la intoxicación se debía a la presencia de salmonellas en los frijoles que sirvieron en la cena. Ver archivo para mayor información sobre las salmonellas.



Tomaba sentido el canto “ Ahi viene el perico…” que entonaban algunos guardias bromistas cuando llegaba el pollo. Decian que el color de éste era verde…

Bueno, pero dijeron que no era el pollo sino los frijoles.

Pude constatar que alguna gente batalló para que le pagaran los días que estuvieron recluidos en el hospital.

Indignado, escribí el 28-08-92 una carta a la radio local XENY donde indicaba que meses atrás había ocurrido en menor escala ese problema. Mandé la carta por fax a dicha estación y luego hablé por teléfono al locutor que estaba a cargo del servicio de noticias , le dije que yo era el autor de la carta y me preguntó que sí estaba dispuesto a una entrevista y le conteste que sí, él me dijo que el problema estaba “grueso” pero hasta ahí quedó todo. Aún conservo la forma que llené el 11 de Marzo del 1992 y los recortes de períodicos y el escrito sobre lo sucedido el 27-8-92.-Por eso Poli te doy esos documentos para que los anexes en tu escrito.




















Esa vez , mucha gente de la planta llenó las formas del Buzón de Sugerencias con groserías y cosas similares pero no las firmaron. La gente de personal me llamó y de alguna forma querian hacerme líder de un movimiento de incorfomidad pero mis argumentos acabaron con sus osadas intenciones. Aún conservo la forma que llené el 11 de Marzo del 1992 y los recortes de períodicos y el escrito sobre lo sucedido el 27-8-92.

Ese incidente me puso en la antesala de los corridos y en 1994 me dieron un puntapíe después de 16 años de servicio. Con toda dignidad tomé mi cheque y no me vieron el polvo por un tiempo.

Pero en 1998 , cuando ya iban en camino de ser Motorolos, volví a trabajar con ellos y toda iba bien hasta que en el 2002 ,aproximadamente, pesqué una Tifoidea por comer en la flamante Cafetería del nuevo edificio del Parque Industrial San Carlos.

Recuerdo que de un respiradero del drenaje que venía de la Cocina y que estaba cerca de la entrada principal para empleados salian todos los malos hedores del mundo. Esa situación era vox populi y la gerencia no actuaba.

No se miraba que alguna agencia del gobierno hiciera una inspección.

Fuí a la aseguranza del otro lado, al IMSS y con un médico particular para que todos coincidieran con el mismo diagnóstico: Tifoidea.

Al darme cuenta que otros casos de Tifoidea habian ocurrido ahí mismo, fuí a personal a denunciar el hecho y me sugirieron que trajera el lonche de mi casa.

Una salida irresponsable, y yo estaba más preocupado con mi enfermedad y mis obligaciones que librar una pelea con los burócratas insensibles del departamento de personal.

Al tiempo, la companía remodeló la cocina recién construida y se acabó la pestilencia pero yo ya estaba “jodido” al igual que otros.

Continué estoicamente con mi convalecencia de la Tifoidea y quizás ésta nunca acabe…”

Esta es la historia contada de primera mano y desde adentro por una persona que tuvo el coraje de hacerlo. Agradezco su confianza para contármela y la reproduzco sin censuras para la audiencia libre de internet.

Lección: mucha gente se queja pero sólo unas cuantas tienen el valor de denunciar los hechos.

La pregunta de hoy y siempre:

¿ Que tanto podemos confiar en el servicio de las Cocinas Industriales de la Industria MAQUILADORA de Nogales, Sonora, México?

1 comment:

Apolonio de la Urraca said...

Recuerdo los famosa especial "Pollo de Mata" servido en la cafetería. Nunca supo
que era los frijoles. Me da lastima la política del algunos en esos situaciones.
Es difícil saber los mejores soluciones; pero, lo que es cierto es no se puede
resolver sin que gente lo habla del los hechos abiertamente. Gracias para su
articulo.


Regards.....Bill