Mi devoción a Esperanza.

Mi devoción a Esperanza

Tarde de Diciembre acuosa y fría,
la lluvia empapa mi rostro moreno.
Mis lentes nuevos empañados
dan la visión plena de un mundo
lleno de fantasmas desconocidos.
Voy a tu encuentro de siempre.
Mis zapatos mojados son un fardo
pesado y frío que arrastro fuerte
por estas calles olvidadas de dios,
nada podrá detenerme para llegar.
Aunque mi cuerpo está húmedo,
mi corazón es una brasa ardiendo
a la que no afecta la inclemencia.
Voy por tí y te quiero a mi lado,
no quiero barreras entre nosotros.
Moveré las montañas del desierto,
desviaré el cauce de los arroyos,
retaré a las fuerzas de natura,
sólo por ser el dueño de tu amor.
Las noches sin tí son un infierno,
el día mi crucifixión agónica.
No quiero a la soledad malvada
de amante estéril y perenne
en el cobijo de mi espíritu regio.
Te quiero a tí, toda mía, entera...
El calor de mi pasión ardiente
en estos tiempos duros del otoño
derretirá las cosas que nos apartan
así como el hielo en las laderas
del majestuoso monte Kitty Peak.
Mi amada Esperanza, te necesito:
tú eres la fuerza que me da vida,
el amor que me da ilusiones y valor
para retomar la cuesta hacia arriba.
¡Esperanza, no me abandones!

La Esperanza es esa musa olvidada ( el fuego interior) por muchos pero que a unos cuantos nos mantiene siempre con vigor para luchar.
Nogales, Arizona, USA. 12:59 AM , 16 de Diciembre del 2007.