Tuesday, February 28, 2006
El camino perdido del Amor
El camino perdido del Amor.
No fué el Sol de esa mañana
lo que me dió el don de la vida,
sino aquella hermosa mujer
de grandes y profundos ojos,
iluminando el malherido corazón
de mi alma que había perdido
el camino bendito del Amor.
Jamás olvidaré esos ojos negros,
encendiendo de nuevo la fogata
del Fuego ardiente de mi Amor.
Feliz reencuentro en la morada,
no pude menos que extasiarme.
Mí noche la arropó el insomnio,
los diablos a un lado de mi lecho,
espantaron mi tímido sueño.
La puerta abierta de tu alcoba,
en esa fría noche invernal,
alentó mis locas emociones;
preso de ese insano frenesí
de los amores impetuosos,
pude contener mis arrebatos,
porque antes que pasiones,
soy, soy todo un caballero.
Un breve Adios es el final.
Se que los hechos nos separan,
No pueden evitarse ni olvidarse.
Es mejor así, sólo Adios.
No hay espacio para más.
Una llama se enciende allá,
en lo más interno y sagrado,
en el altar de mi corazón.
Consolado por mis cuitas,
voy camino de la vida eterna
con una nueva esperanza
bajo el brazo.
Jamás olvidaré esos ojos negros,
encendierdo de nuevo la fogata
del Fuego ardiente de mi Amor.
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