Yo también, me quedo solo...

Yo también, me quedo solo...


Poniendo en orden mis sentidos
después de una noche sin fin.
Aún con el hechizo de tu amor
dominando mi alma subyugada
apenas puedo sostenerme
sobre la frágil fortaleza
de mis piernas.
Hermosa al borde de mi cama.
Vestida para lucir tus encantos
me dices quiero mostrarte algo.
Esa linda sonrisa insinuante
es la promesa de algo bello.
Estoy esperando tu promesa.
Con sorpresa, no puedo saber,
si es real lo que estoy viendo.
Libres de la prisión del brasier
brotan aquellas prominencias
casi para copas del tipo D.
Tersas, erectas ,turgentes.
!Madre mía, que hermosas!
Puedo acariciar tus pezones,
lamerlos con fruición y dejar
que mis anhelos añejos
se conviertan en realidades.
Preso del encanto, casi loco,
veo volar tu blumer blanco,
a sitios lejanos de mi estancia,
tu cuerpo girando frente a mi
es un deleite para los Dioses.
!Yo soy un Dios ahora!
La imagen del Monte de Venus
y el bosquecillo alrededor
sobre el manto níveo de tu piel
alertan mis instintos insanos.
Pero Pepito se queda llorando
por no poder ir de excursión
a explorar la cueva ignota
de su amada montaña.
!Ya no quiere ser boy scout!
Sin tiempo de decirte !amor!
pues regresabas a trabajar...
Yo también, me quedo solo...
!Cómo agua para chocolate!

Dedicado a Titi, mi linda musa de Viña del Mar, Chile.
Miércoles 27 de Junio del 2007, 11:30 am.